domingo, 13 de noviembre de 2011

La reunión esclarecida

Estabamos todos,
llegué y habia algunos corrillos formados hablando del asunto,
se comenzó a la hora que todos sabian que comenzaría,
se inició la interlocución con el devenir habitual,
se llegó al aspecto peliagudo que todos esperaban,
entonces surgió el debate de los presentes.

Los monos alegaron a que la ley no se cumplía, cuando no sabian ni el sentido de dichas palabras,
Los que se creían justos, dirimian esbozos de una presunta justicia de la que ya entre los cobardes habían tramado el transcurrir del aciago día,
Los conciliadores tuvieron su palabra, e intentaron sentirse felices habiendo tratado de conciliar posturas que ya estaban definidas en la oscuridad,
Los conciliadores y de dulces palabras se vieron superados por la situación, y siquiera mencionaron vagas palabras,
Los temperamentales describian en corro la realidad instantánea para que no quedara duda de lo que sucedía en cada segundo,
También habia traidores, cobardes y mujeres que intentaban justificarse cuando ya todas las cartas estaban sobre la mesa y ya las máscaras no servian para nada,
El momento final fué cuando se acercaron las posturas, la legisladora suspiró debido al acuerdo tomado, y todos se recogieron para seguir con sus miserias personales, pensando que eran mejores o peores seres,
sin saber que ya todos se conocian y por lo tanto deberían de vivir en una comunidad sin máscaras y con personas que son capaces de hacer barbacoas al estilo americano, mientras la envidia corroe las entrañas de homínidos y brujas que antaño se contaban por millares,
Y hoy día proliferan como ratas en la edad de la gran plaga.

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