En mis vacaciones de Navidades tuve el placer de disfrutar de unas exposiciones a las cuales ya les estaba siguiendo la pista desde hace bastante tiempo, estas fueron las que el Tenerife Espacio de las Artes o TEA http://www.teatenerife.es/ (Cuyo nombre por problemas que me gustaria comentar más adelante, debería haber sido Museo Óscar Domínguez) nos ofrece desde su apertura.
Aproveché una nublada mañana de Diciembre en Santa Cruz, para visitar esta delicia arquitectónica, con materiales muy bien seleccionados para la construcción del mismo, y con unos espacios que hacen que el visitante se vea acogido en una variedad de lugares amplios y de gran luminosidad, amén de las preciosas lámparas de estilo moderno que alumbran el global del recinto. La entrada cuyo coste son 5€, nada cara comparada con otros museos de Europa, se reduce a 2,5€ para los residentes canarios (Enhorabuena por el apoyo del Gobierno en este caso al acceso a la cultura), da acceso a las tres salas de exposiciones de que dispone el TEA. En principio visité la exposición: Un arma visual. Fotomontajes soviéticos 1917 - 1953, la cual nos traslada a la mentalidad del régimen comunista de la citada época y como se apoyaron en los montajes fotográficos para apoyar y lavantar el ánimo de una nación que llegó a disponer de un gran poder a mediados del pasado siglo (y que en este aboga por seguir disponiendo del mismo), nos presenta una interesante reflexión, de como gracias a la media de la época, la población se enorgullece de su nación y la apoya hasta cotas insospechadas hoy en día. Tras esta, visité la exposición: Cosmos: en busca de los orígenes. De Kupka a Kubrick, en mi opinión, una exposición para disfrutar en solitario y durante al menos un par de horas. en la exposición se traslada al visitante a través del pensamiento filosófico de la cosmología y su traslación por parte de los artistas a la sociedad en general, se atienden a los diferentes intentos del hombre por entender el Big Bang y su traslación al milagro del nacimiento del ser humano. Cabe prestar especial atención a la "sorpresa final" reservada para los grandes seguidores de la obra 2001: Una Odisea del Espacio, llevada al cine por el grandioso cineasta Staley Kubrick, a la cual llegamos tras ir recibiendo una serie de flashes mientras transcurrimos por la exposición. Chapeau a los organizadores de esta, me sentí verdaderamente atrapado dentro del celuloide de este visionario de nuestra época contemporánea. Como guinda final, visité la exposición permanente, de la que todos los canarios, deberiamos estar orgullosos, a mi entender por poder disponer de una serie de obras "propiedad de todos", que disponen de gran variedad de artistas y estilos dando una gran riqueza a esta sala, desde el surrealimo de Óscar Domíngez hsata el arte moderno de jóvenes artistas de reconocimiento mundial. Cabe destacar que el TEA dispone también de una amplia biblioteca abierta las 24h del día, cuyo único inconveniente es el de que el sol puede ser un desagradable enemigo los días en los que nos deleita con su presencia, este hecho se debería de subsanar con algunas modificaciones, que los diversos asitentes de la sala, agradecerian sumamente.
En definitiva, ha costado mucho tiempo y esfuerzos el poder disponer de este espacio en el centro neurálgico de nuestra metrópoli, pero a mi entender ha valido la pena poder disponer de este punto de referencia internacional, el cual sitúa a nuestro archipiélago en el mapa artítico mundial. Asimismo este espacio, espero que sirva de lanzadera para los diversos artistas de nuestra comunidad, los cuales no disponen de espacios en los que poder dar a conocer al público su gran potencial.
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